El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, fue designado director interino de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID). Durante un viaje oficial a El Salvador, Rubio denunció que la agencia sufre de “insubordinación” y enfatizó la necesidad de alinear los proyectos con los intereses de la política exterior estadounidense. “Cada dólar que gastamos, cada programa que financiamos debe estar alineado con el interés nacional de Estados Unidos,” afirmó.

Rubio también expresó su preocupación sobre la falta de cooperación de los empleados de la USAID con el nuevo gobierno de Donald Trump. “A menudo encontrarás que, en muchos casos, USAID está involucrada en programas que van en contra de lo que estamos tratando de hacer en nuestra estrategia nacional,” añadió. Estas declaraciones subrayan la urgencia de una revisión seria dentro de la agencia.

Horas después del anuncio, Elon Musk aseguró que el presidente Trump aceptó desmantelar la USAID, causando que su página web y cuentas en redes sociales fueran desactivadas. “La vamos a cerrar,” declaró Musk. Mientras tanto, los trabajadores de la USAID en Washington recibieron la orden de quedarse en casa, y las oficinas en la capital fueron precintadas.

A pesar de estas medidas drásticas, Rubio aseguró que “las funciones de la USAID van a seguir” bajo el paraguas del Departamento de Estado. Esta transición se produce en medio de una congelación de ayudas de Washington a otros países durante tres meses, como parte de las nuevas directrices del presidente Trump.