Por primera vez, China produjo casi 21 millones de automóviles de pasajeros entre enero y octubre de 2023, dos veces por delante de la UE y el Reino Unido, calculó Sputnik a partir de estadísticas nacionales. Ni la pandemia ni el deterioro de las relaciones con EEUU sobre Taiwán impidieron a Pekín seguir aumentando la producción de autos.
La producción de automóviles en China creció más de un 20 % en comparación con el nivel de 2019, antes de COVID-19. Mientras tanto, en Europa, las cosas no van tan bien desde que impusieron sus restricciones antirrusas: en los diez primeros meses de 2023, la producción se situó un 22,5 % por debajo de las cifras de hace cuatro años, con 10,4 millones de unidades.
Los países europeos que más han recortado su producción de automóviles en 2023 han sido:
1.Finlandia (4,5 veces menos, hasta 20.000 unidades)
2.Eslovenia (3,3 veces menos, hasta 61.200 unidades)
3.Rumania (2,5 veces menos, hasta 160.300 unidades)
4.Países Bajos (2,4 veces menos, hasta 65.000 unidades)
5.Francia (1,7 veces menos, hasta 759.300 unidades)
Los acontecimientos de los últimos cuatro años también han tenido un efecto bastante doloroso en la dinámica de las ventas de vehículos en los países europeos: el resultado de los 10 primeros meses de 2023 fue un 20,22 % inferior al de 2019.
Los mayores descensos en las ventas de autos de este tipo se produjeron en:
1.Eslovenia (un 33,34%, hasta 42.300 unidades)
2.Austria (un 29%, hasta 201.800 unidades)
3.España (un 24,63%, hasta 798.400 unidades)
4.Finlandia (un 22,88%, hasta 75.000 unidades)
China, por el contrario, no ha dejado de aumentar su dinámica: este año 2023 ha sido récord para el país no solo en términos de producción, sino también de ventas, que en cuatro años han subido un 20%, hasta los 20,6 millones de unidades.
Pekín pudo alcanzar tales cifras gracias a su amplia base productiva. De acuerdo con los últimos datos disponibles, en el país operan 437 fábricas al servicio de la industria automovilística, casi cuatro veces más que en la UE (80) y el Reino Unido (36) juntos.
El gigante asiático, asimismo, está bien abastecido de mano de obra: unos 30 millones de personas trabajan allí en la industria del automóvil, lo que supone más del doble que en Europa (12,9 millones de personas). Al mismo tiempo, en el continente europeo, ante la deplorable situación de la producción de automóviles, el número de personas empleadas directamente en su fabricación ha disminuido un 10 % en los últimos años.
El deterioro de la situación en el sector productivo de la UE se refleja indirectamente en el descenso del consumo de hidrocarburos en la región. Así, con arreglo a la Agencia Internacional de la Energía, en enero-agosto de 2023, Europa redujo su consumo anual de gas en un 15,2%, el de petróleo en un 11,6%, el de carbón en un 20,5% y el de uranio en un 2,5%.
Los estados europeos están luchando contra la inflación, la desindustrialización y la desaceleración económica, mientras que la incertidumbre energética ha perseguido al bloque desde que prohibió los productos energéticos de Rusia.
De acuerdo con estimaciones muy cautelosas, las pérdidas de la Unión Europea por las restricciones y la disminución de las relaciones económicas con Rusia ascienden a unos 1,5 billones de dólares.
Cortesía: Sputnik