Miles de hawaianos corrieron para escapar de sus casas en Maui mientras las llamas arrasaban la isla, destruyendo partes de una ciudad centenaria y matando a más de 50 personas en uno de los incendios forestales más mortíferos de Estados Unidos en los últimos años.

El fuego tomó por sorpresa a la isla, dejando tras de sí coches calcinados en calles antaño concurridas y montones de escombros humeantes donde se erigían edificios históricos en Lahaina Town, que data del siglo XVIII y ha sido durante mucho tiempo uno de los destinos favoritos de los turistas.

Miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y, según los informes locales, algunas corrieron al agua para escapar de las llamas.

“En cuanto a los incendios, no se ha podido determinar que los encendió. Hay tres condiciones que recibimos del Servicio Meteorológico Nacional. Lo llaman alerta de bandera roja. Hay combustible seco, árboles, plantas, baja humedad y vientos fuertes (…) Debido a que los vientos eran tan fuertes, no podíamos proporcionar los helicópteros para apagar el fuego”, declaró el general Kennneth S. Hara, del departamento de Defensa del Estado de Hawaii.

Cuando los vientos disminuyeron un poco, algunos aviones reanudaron los vuelos, lo que permitió a los pilotos ver el alcance total de la devastación.

El presidente Joe Biden declaró el miércoles por la noche que ha ordenado que “todos los recursos federales disponibles” ayuden a combatir los incendios forestales que han devastado parte de la isla hawaiana de Maui.

Cortesía: Euronews