Ante numerosos enfrentamientos armados en Haití que han cobrado miles de vidas, el primer ministro de Haití, Garry Conille, orientó declarar estado de emergencia en Puerto Príncipe y exigió deponer las armas a las bandas criminales que operan en la ciudad.
“El proceso que estamos a punto de iniciar no será fácil, a los bandidos les pido que depongan las armas, reconozcan la autoridad del Estado”, destacó.
Explicó que el estado de emergencia permitirá tomar las medidas correspondientes y planificar estrategias para restablecer la calma y poner bajo arresto a los delincuentes.
“Pido a la población de los municipios afectados que permanezcan alerta y mantengan la calma (…) pido a la Policía Nacional de Haití, con el apoyo de las fuerzas de Kenia, que comience gradualmente el despliegue y las operaciones en áreas específicas según un plan preestablecido. El objetivo final es recuperar todas las zonas bajo control de las pandillas, casa por casa, distrito por distrito y ciudad por ciudad”, aseveró.
Recordó que este proceso lleva tiempo, aunque reiteró su compromiso por devolver la paz entre los habitantes con el combate hacia los grupos armados.
“Estos grupos de personas (las bandas) crean un ambiente de anarquía y terror. La vida cotidiana en Puerto Príncipe es una batalla por sobrevivir. Las familias viven con miedo todo el tiempo. Moverse libremente en Puerto Príncipe constituye una verdadera prueba”, precisó.
Acotó que restablecer la seguridad en Haití representa una de sus prioridades, además de la lucha contra la corrupción y fomentar la igualdad entre la ciudadanía.
Cabe resaltar que de acuerdo a documentos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la violencia creada por las pandillas haitianas, obligó a un desplazamiento forzado de más de 300 mil niños desde marzo de este año, equivalente a un infante que cada minuto se desplaza de su lugar de origen.
Escrito por: Emmanuel Chaparro


