El recién electo presidente de Argentina Javier Milei tomó posesión de su cargo el domingo 10 de diciembre.

En su alocución a las escaleras del Congreso, advirtió a la población reunida que la situación económica en el país es complicada y de emergencia, por lo que asegura que empeorará debido a las decisiones del Ejecutivo mientras finaliza la implementación del nuevo Gobierno.

“La situación de Argentina es crítica y de emergencia. No tenemos alternativa y tampoco tenemos tiempo, no tenemos margen para discusiones estériles, nuestro país exige acción y una acción inmediata”, destacó.

Indicó que las iniciativas estatales para un ajuste económico recaerán sobre el Gobierno, en lugar del sector privado, y estima que el impacto en el país resulte negativo en aspectos como salarios, actividad y empleos.

“No hay alternativa al ajuste y al shock. Naturalmente, eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes”, apuntó.

Recordó que no permitirán protestas sociales que vulneren el curso de estabilidad y orden en las ciudades, añadiendo que “el que corta las calles no cobra”.

“Habrá estanflación (estancamiento económico con aumento del paro y la inflación), pero este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina”, añadió.

El dirigente del partido La Libertad Avanza hizo el juramento a comienzos del día en la Asamblea Legislativa y recibió las insignias de la magistratura en manos del mandatario saliente Alberto Fernández.

Entre los invitados estuvieron el rey de España, Felipe VI, el presidente de Armenia, Vahagn Khachaturian, el paraguayo Santiago Peña, el chileno Gabriel Boric, el ucraniano Vladimir Zelenski, el canciller israelí Eli Cohen y la secretaria estadounidense de Energía, Jennifer Granholm.

Escrito por: Emmanuel Chaparro