Durante su visita en Marsella, el papa Francisco habló sobre la crisis migratoria y denunció la indiferencia hacia quienes mueren en el mar buscando una vida mejor en Europa.

El papa Francisco llegó el viernes a la ciudad portuaria francesa  para una visita de dos días. Allí dirigió una oración en silencio en un monumento dedicado a los marineros y migrantes perdidos en el mar.

“No podemos resignarnos a ver a seres humanos tratados como moneda de cambio, encarcelados y torturados de manera atroz; no podemos seguir asistiendo al drama de los naufragios, causados por el tráfico cruel y el fanatismo de la indiferencia”, dijo el Papa, citado por Euronews.

Así mismo, el pontífice denunció que el mar Mediterráneo se ha convertido en un “inmenso cementerio” donde muchas personas se ven privadas incluso de su derecho a la sepultura.

La visita se produjo en un momento en el que la crisis de los migrantes en Europa vuelve a ser noticia, tras la llegada de miles de personas a la isla italiana de Lampedusa la semana pasada, señaló el medio internacional.

Escrito por: Nancy Mastronardi