Las construcciones turriformes prehistóricas denominadas en el idioma catalán como tayalots, ubicadas en la isla española de Menorca, fueron declaradas el lunes 18 de septiembre como Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Con esta distinción, España se convirtió en uno de los países del mundo con mayor cantidad de enclaves distinguidos (50).

“Testimonio de la ocupación de la isla por comunidades prehistóricas, estos yacimientos presentan una diversidad de asentamientos y sepulturas prehistóricas. Los materiales, formas y emplazamientos de las estructuras datadas entre la Edad de Bronce (1600 a.C.) y la Edad de Hierro Tardía (123 a.C.) muestran la evolución de una arquitectura ‘ciclópea’ construida con bloques de piedra de gran tamaño”, reza el fragmento de una descripción difundida por el organismo.

La candidatura de este monumento conocido popularmente como “Menorca Talayótica”, ha evolucionado con el paso de los años y refleja un estado de conservación que sorprendió a los investigadores.

De acuerdo a lo reseñado por medio internacionales, la construcción de dichas estructuras constan de bloques grandes de piedra pertenecientes a esta isla del Mediterráneo, como las navetas de enterramiento, los recintos de taula (espacios de uso religioso), las casas circulares o los talayots, cuyo diseño es cónico.