Luego de haberse efectuado varias concentraciones en parroquias como El Valle y Petare, así como en espacios del centro de Caracas, para rememorar los 34 años del estallido popular conocido como El Caracazo, autoridades del Gobierno Nacional compartieron este lunes desde los espacios de la plaza Hugo Chávez, ubicada en el Cuartel San Carlos, algunas reflexiones sobre la repercusión que generó el 27 de febrero de 1989.

En la actividad estuvo presente la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, y el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, así como el escritor e investigador Luis Britto García, quienes desde su experiencia brindaron sus opiniones.

Para Rodríguez, El Caracazo significó el hartazgo de la población venezolana a las políticas de carácter neoliberal que pretendió imponer el expresidente Carlos Andrés Pérez, mediante lineamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que hoy ese espíritu se expresa en la resistencia al bloqueo.

“El 27 de febrero fue la acumulación histórica de la conciencia política, se hartó y fue la primera sublevación en el mundo contra el FMI”, expresó.

A su juicio, estos eventos fueron un cúmulo de conciencia política adquirida tras el derrocamiento del gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, 1952-1958, y lo que posteriormente fue conocido como la era de la democracia, con el Pacto de Punto Fijo, de 1961 a 1998.

“El 27 de febrero representó un quiebre del bipartidismo, de los partidos que traicionaron a Venezuela, y las aspiraciones legítimas de nuestro pueblo, y se alternaron en el tiempo con un solo proyecto: la entrega de Venezuela a las transnacionales foráneas dirigidas desde los Estados Unidos.”, aseguró.

Consideró que existe una diferencia amplia entre la población que se volcó a las calles en 1989, de manera desarmada, y donde miles perdieron la vida, a la que recibe actualmente el respaldo del Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

“El pueblo está acompañado por una revolución. El presidente Nicolás Maduro, desde el Palacio de Miraflores, está acompañando al pueblo frente a todas las dificultades, con el sistema de protección social heredado de Chávez”, subrayó.

Por su parte, Cabello reiteró que la historia la escribe el poder popular con base en la lucha que emprendieron contra un modelo neoliberal excluyente.

“Muchos de esos muertos y la desaparición de jóvenes venezolanos tienen la firma del expresidente Carlos Andrés Pérez. Ahí no había derechos humanos, no había OEA, ONU, ni Corte Penal Internacional, nada de eso”, apuntó Cabello, quien detalló que muchos de los asesinados fueron recogidos con maquinaria pesada y trasladados posteriormente al Cementerio General del Sur, en un espacio denominado “La Peste”.

Recordó que la población solo tenía como alternativa la de protestar y hacer respetar sus derechos como ciudadanos, y por tales motivos fue reprimido de manera violenta.

Escrito por: Emmanuel Chaparro