El número de fallecidos por las fuertes precipitaciones generadas en el litoral de Sao Paulo en Brasil, ascendió a 44, mientras que los desaparecidos se ubican entre 40.
La zona más abatida por las lluvias es el municipio de Sao Sebastiao, con un reporte de 43 muertes y un nivel de precipitaciones récord de 680 milímetros en 24 horas.
Ante estos eventos climáticos, aproximadamente 2.500 personas abandonaron sus hogares para vivir temporalmente en casa de familiares, así como escuelas y otros recintos destinados para resguardar a los afectados.
Cabe recordar que el lunes 20 de febrero, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, sobrevoló las áreas impactadas por las lluvias junto a su gabinete ministerial, para conocer a profundidad la situación, por lo que se comprometió a reconstruir las viviendas destruidas y exigió a las autoridades nacionales a evitar la edificación de viviendas en zonas de alto riesgo, donde puedan originarse inundaciones y deslizamientos de tierra.
Actualmente, más de 600 efectivos de seguridad y rescate, efectúan labores de rescate y búsqueda para localizar a los desaparecidos y a personas que se encuentran atrapadas dentro de sus viviendas, tal como lo fue el caso de la ministra de Gestión de Brasil, Esther Dweck, quien se hallaba con su familia en una urbanización situada en la playa de Camburi, en Sao Sebastiao.
Autoridades gubernamentales iniciaron la distribución de 7,5 toneladas de ayuda humanitaria, frente a la situación compleja de fallas con el suministro de agua, electricidad y comunicaciones.
La catástrofe natural se produjo en plenas fiestas de carnaval, en el momento en que decenas de turistas viajan hacia las grandes ciudades que cuentan con playas y ríos.
Meteorólogos afirmaron que las tormentas en la región sureste de Brasil durante esta época son habituales, aunque en los últimos años han aumentado su intensidad e impacto.
Escrito por: Emmanuel Chaparro.


