El presidente Luiz Inácio Lula da Silva validó este lunes la medida provisional que aumenta en Brasil el salario mínimo a 1.320 reales (unos 272 dólares), anteriormente aprobada en el Congreso Nacional.

La cifra se corrige con la inflación del año anterior, sobre la base del Índice Nacional de Precios al Consumo, sumado a la variación positiva del Producto Interno Bruto de hace dos calendarios.

Esta es una de las promesas de campaña de Lula, contrario a lo ocurrido en el Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022), que estuvo cuatro años sin la valoración.

Además del alza en esa paga, el texto final también incluyó la actualización de la tabla del Impuesto sobre la Renta, que pasó a tener exención para quien gana hasta dos mil 640 reales (alrededor de 540 dólares).

La prerrogativa estaba congelada en 1.903,98 reales (390 dólares) desde 2015. Además, el exsindicalista envió al Congreso la medida provisional para cobrar, dos veces al año, entre 15 y 20 por ciento de los rendimientos de los fondos de los súper ricos.

De igual manera firmó y remitió al Parlamento el proyecto de ley para gravar las aplicaciones de brasileños en el exterior en paraísos fiscales, conocidos como offshores y trusts.

Cortesía: Prensa Latina