El ingeniero y experto en materia petrolera, David Paravisini compartió sus impresiones acerca de la situación actual en el ámbito de hidrocarburos, además de los sabotajes y ataques recientes a industrias petroquímicas y siderúrgicas, para afectar la integridad de la nación.

Indicó que la alimentación a los accesos al comercio exterior, representan otro factor al cual se atacan para detener la industria petrolera, impidiendo que la producción salga del territorio y contener su capacidad rentable.

Rememoró el paro petrolero iniciado en diciembre de 2002, que tuvo una duración de 62 días y que comprendió la paralización de doce buques cargueros, como parte del sabotaje.

Precisó que a diferencia de estos eventos suscitados hace casi 23 años, los trabajadores de la industria petrolera, se mantienen activos para solventar percances y recuperar las capacidades de producción, como se evidenció con el restablecimiento del Complejo Gasífero Muscar, en el municipio Punta de Mata del estado Monagas, que sufrió una explosión y dejó cinco heridos.

“Con este caso fue algo puntual de tratar de buscar víctimas y causar un sufrimiento, de términos inmediatos, pareciera que tiene que ver con los propósitos de que en enero del año que viene, de crear ciertas de condiciones de animadversión en la gente cerca de las fechas electorales”, destacó.

Acerca de las sanciones que ha sufrido Venezuela especialmente en la industria petrolera, considera que PDVSA está logrando sortear los embates.

“¿Quién es el principal comprador de petróleo de Venezuela? son los propios Estados Unidos, con su apuesta del fracking, pudiera sustituir todo el petróleo que ellos pudieran estar importando desde la OPEP y convertirse en exportadores de petróleo, que es una de las consignas de Donald Trump, son proyectos políticos, no económicos, tiene que financiarse a través de la Reserva Federal, aumentar todavía más las deudas. Su estrategia consiste en que necesitan cinco millones de barriles en superficie”, apuntó.

Escrito por: Emmanuel Chaparro